En la actualidad, las empresas deben innovar con sus productos debido a que el mercado evoluciona cada día según sus necesidades. Hoy en día, muchas personas buscan practicidad, pues el tiempo es corto y lo que realmente necesitan son productos de calidad, que sean funcionales y prácticos. Existen otras personas que buscan que su mismo producto renueve elementos como sabores, tamaños, que sean dietéticos, sin gluten, etc. Todo lo anterior es lo que el mercado quiere, y por ahí empezamos.
¡Toda innovación, viene de una necesidad! Es por eso que mi primer tip es:
1. Identificar qué necesita la gente a quien le quiere vender. Hay personas que se lanzan a vender productos de un sector que no conocen, lo que normalmente suele llevar al fracaso más absoluto. Para evitarlo, se deberá estudiar previamente la industria en la que nos queramos introducir. Esto dará mayor seguridad y ayudará a las ventas.
2. El producto. Cuando formulemos el producto, debemos tomar en cuenta que el mercado actual es sumamente exigente en sabores, calidad de materias primas, que nos brinde una diferenciación clara de quienes somos, para que se logre el impacto de sabor y distinción al solo probarlo.
3. El nombre y la marca. Es importante tomar en cuenta un buen nombre, específicamente que sea creativo, corto y fácil de pronunciar. Otro punto esencial es el logo, pues debe reflejar la personalidad que queremos que tenga y las características que se le van a atribuir. Para esto se debe de hacer una buena selección de todos los elementos para que logren transmitir todo lo que necesitamos expresarle a nuestro target.
4. El empaque. Muchas personas no consideran importante a este elemento, ¡piensan que con solo tener un buen producto es suficiente! Y no! Hay que diferenciarlo debido a que la competencia es fuerte y tenemos que buscar un diseño que sea fresco, que grite en la góndola y sobresalga entre todos los productos. Para diferenciarlo y que al solo verlo describa nuestros beneficios, la propuesta de valor tiene que estar reflejada, esto, en conjunto será un producto ganador.
En el mercado vamos a encontrar 3 tipos de productos:
1. El que tiene un buen producto pero no le da importancia a su imagen ni al diseño. Estos tienen su mercado pero solo el que se “atrevió” a probarlos.
2. El que su producto es de mala calidad, mal sabor, pero su imagen es excelente. Estos tienen su mercado y también, van a tener muchos clientes nuevos pero solo lo prueban una vez, y después ya no lo compran.
3. Un buen producto, con una excelente imagen es un producto ganador! El que lo ve, lo compra, lo prueba, le gusta y es su producto favorito porque cumple con todas sus necesidades.
Si quieres saber más de cómo hacer que tu producto se venda solo y se diferencie del resto, visita www.pepper-design.net o ház tu cita al (503) 21328888.
Ya estamos en 2020 y como cada año, debemos investigar y estar pendientes de las tendencias de marketing que están vigentes y se utilizarán con más frecuencia para estar lo más preparados posible ante cualquier adversidad.
El marketing ha evolucionado de ser solamente una herramienta enfocada en vender productos y se ha convertido en los últimos años en un medio para conectar con los consumidores y así crear relaciones a largo plazo. Hoy en día, el consumidor establece como quiere que las marcas conecten con ellos. Pero, ¿cómo logramos conectar con este consumidor que cada vez más está siendo bombardeado de información y cuesta más captar su atención? Esto solamente es posible utilizando las herramientas de marketing digital. Que básicamente es sacar provecho de las estrategias de mercadeo que conectan la marca con el consumidor en su día a día en el mundo digital.
Les quiero compartir 5 preguntas importantes que debemos hacernos a la hora de desarrollar una marca; pero, primero debemos manejar el concepto de “branding”. El Branding es un proceso que involucra analizar, conocer, crear, diferenciar, estandarizar y ejecutar para generar una marca sólida, fortaleciéndola en el tiempo.
Avenida Miramundo y Calle Tacuba, Block B, No. 27, Bosques de Santa Elena II, Antiguo Cuscatlán.
